Hay que tener en cuenta el estado del desgaste de la suela y el kilometraje puesto que la mayoría de los modelos están diseñados para hacer un determinado número de kilómetros y horas de entrenamiento, entre 800 y 1500, a partir de los cuales los sistemas de amortiguación se ven afectados. Se deben cambiar con frecuencia para no arriesgarse a una lesión.
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Airear el calzado para que los sistemas de amortiguación recuperen, es recomendable el uso de más de un par y alternarlos para darles descanso.
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Atar las zapatillas adecuadamente, ya que hay modas que consisten en utilizar el calzado deportivo sin atar y que son muy peligrosas ya que el pie se mueve en exceso dentro de la zapatilla y no es sujetado convenientemente. Tampoco de deben atar con demasiada tensión para evitar cortar la circulación en el pie.
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No utilizar para entrenar las zapatillas que se usan para la calle.
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Si las zapatillas tienen plantillas interiores se deben cambiar con frecuencia.
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No lavar las zapatillas en la lavadora ya que pueden perder parte de sus propiedades.
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No fiarse por el estado de la suela, ya que suelen estar fabricados de materiales más resistentes que el resto de la zapatilla.
Si quieres ampliar información, todo esto y más cosas como algunos consejos a la hora de comprarte unas buenas zapatillas lo puedes encontrar en el siguiente artículo.
http://efdeportes.com/efd92/calzado.htm
